viernes, 11 de marzo de 2011

8 de marzo … Carnaval en Venezia

Para ser más precisa, cierre del carnaval veneziano, e inicio de nuevas experiencias.
Hoy luego de despertarme a martillazos ,  frequentes , y esto sin error de ortografía porque es así en italiano  y pretendo a lo largo de mi racconto (relato) insertarlos en el mundo del italiano que poco a poco vivo, para que vayamos conociendo insieme( juntos) parole(palabras)de esta hermosa lingua( idioma),…me desperté..
Continúo,… los golpes eran estruendosos sobre la pared de mi pieza y mi sueño no luchó más contra éste atentado al buen dormir. El motivo que los circunscribió a mi  indirizzo(dirección) fueron las consecuencias de la bienafamada “Bora”, viento que sopla y sopló èsta vez violentamente sobre Trièste, una bella città (ciudad)al noreste italiano( como les conté antes), pegadita a Slovenia, y que llegó a 180 km/h lo que no sucedía qui(aquí) desde hace unos 25 años o más, saquen cálculos de los desastres…
Luego de tomar la prima colazione (desayuno), partimos a esperar el 30, alla stazione centrale que generalmente es puntual, pensando que en cada fermata (parada) hay un cartel con los horarios justos en que pasan los bus. claro está que en pleno inverno no van a salir los tanos a cantarse de frío esperando no?, por algo no son , por ahora, tercermundistas.
Tomamos el 30 y arribamos a la Stazione Centrale, allí con un despliegue verborrágico en italiano pregunté : il prossimo treno à Venezia, a che hora parte?. Ok, due biglietti.Grazie !
13 44 hs. Hora de Departure”, eran las 12 54. Mah ! Come era un treno in ritardo corrimos y alcanzamos a subir a uno que debía salir a las 12 45 y terminó arrancando a las 12 56 justo cuando encontramos lugar en el coche del tren que nos acogió hasta Venecia.
El viaje transcurría tranquilo, pero de un momento a otro un centroamericano tomó su celular como terapia de diván y empezó a hablar a los gritos  al cabo de 30 minutos de escucharlo su compañera de asiento fastidiosa se levantó y se fue, de pronto Hernán que ya había acomodado su mueca con disconformidad iba a seguir los pasos de la chica pero ni lerda ni perezosa con mi metro sesenta y mi bocaza me puse de pie lo miré y le dije: Disculpá, podés hablar más bajo??
Puso una cara rarísima aún no logro interpretar de que, mas bien pareció de pocos amigos y siguió hablando en un castellano bien mixturao shica ¡!, pero esta vez mas bajo.
Ya alejada de Trieste cerca de una hora, se empezó a vislumbrar la onda del carnaval, mucha gente disfrazada, incluso que subía al tren y sin problemas acomodaban sus trajes en los asientos.
Un carnaval esperado y ansiado que se dispone como el de Río de Janeiro pero sin plumas, concheros, piel desnuda, y claro está, con unos 30 grados menos de temperatura.
El paisaje por la finestra( ventana) es muy lindo, casas pintorescas y de diferentes tipos, pero puede dar sueño…así que aprovecho para sacar fotos en las estaciones y en marcha de trenes para un viejo amigo que le encantan.
Pasó un rato más y se escucha por alto parlante: Siamo in arribo à…….no se pudo escuchar, mucho murmullo de la gente en el tren, supongo que Venezia, Santa Lucía…nos bajamos?....
(capítulo aparteVenezia y el carnaval)

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