Escrito y guardado

( lo tenía archivado y nunca lo publiqué acá vá)

Regresando a la tierra donde uno nació y vivió siempre, ó bueno, casi siempre...

 Que misterio encierra el armado de una valija? Que duendes habitan el momento en que uno decide emprender un viaje lejano?

 La sensación de bienestar mezclada con la incertidumbre termina generando tanto en el viajero como en el que espera mucha ansiedad…

Claro que el que viaja, como me pasó a mi, cuenta con una ventaja… sabe lo que hace paso a paso y sabe lo que deja… el que se queda.. imagina lo que el otro recorre y en muchos casos sueña e idealiza

aquel lejano paradero.

Sin embargo, me surgieron varias preguntas a lo largo del último tramo del viaje…la primera fue : viviría en éste país? Me adaptaría tranquilamente a una nueva lengua? Soportaría la distancia’? y al volver… después de mucho tiempo, …. reconocería como propio lo que dejé por mucho tiempo.

 En términos generales 4 meses y chirola no es nada….sin embargo se pueden vivir como mucho…depende que cara de la moneda estés observando.

A mi no me pareció ni poco ni mucho, simplemente suficiente para el objetivo primero que era conocer ¡”

Al subir al avión de regreso una inquietud y un alegrón interno me llevaron a tener unas desesperadas ganas de volver… ahora ya estoy aquí y tal y como lo imaginé, extrañaba y quería volver a mis sábanas y mis bichos.

 A Karmina lamiéndome las manos o la cara y saltando como un conejo y a la coneja mordiendo como un perrito… y no olvidar al pobre rano demostrando sus acrobacias acuáticas a la hora de comer….conlcusión…

 Volé volé-…..viajé viajé…. Y acá volví… regresé a mis pagos a mi tierra esa que me acunó todo éste tiempo, esa tierra que por ahora.. con ese sabor a mate y torta frita quiero y respeto.

 Esa tierra que con las vivezas y las miradas criollas extrañé y comparé….. aquí estoy… en tu lecho nuevamente y dispuesta a contarte mi aventura… ¡!  à presto carissimi !